Nuestra filosofía ve a los gondoleros cómo alguien que ama comer, beber, reír, como una persona habladora y un poquito irascible, a lo contrario la concepción moderna prefiere a un gondolero muy educado, sofisticado y atlético.
No sabemos si satisfaremos vuestras expectativas pero podemos definirnos como un grupo de hombres jóvenes, simples y francos que llevan los clásicos pantalones negros y la camiseta de rayas y saben cómo llamar vuestra atención pero sobre todo… no sabemos cómo vivir sin nuestra góndola! El nuestro es un trabajo antiguo que hunde sus raíces en la historia y en la cultura de una ciudad única en el mundo; la góndola y los gondoleros están inmortalizados en muchas pinturas de Canaletto y de otros vedutisti (corriente artística) y nosotros intentamos guardar el recuerdo de la época de la Serenísima República de Venecia, queremos hacer revivir la suntuosidad de esa época y honrarla.
Somos una asociación, incluso si aspiramos a convertirnos en un consorcio, de 20 personas, tenemos unos cuarenta años (por decirlo en nuestro dialecto “no semo bocia, ma gnanca proprio veci” “no somos niños, ni tampoco viejos) y somos de San Marcuola. Somos llenos de entusiasmo, pasión y devoción por nuestro trabajo. Intentamos mantener un pie en el pasado, un pie en el presente y la mirada hacia el futuro, y por eso nuestra góndola conserva la forma y el material que la convirtieron en un símbolo de la historia, es construida de un tipo de madera que exalta la belleza y la hará brillante bajo el sol, y de un metal resistente que compone el “fero” (hierro, pieza de la góndola) de la proa que corta la niebla otoñal.
Nuestro objetivo es ofrecer al turista un servicio el más posible conforme a su necesidades, por eso decidimos perseguir una alianza de tradición e innovación para ofrecer belleza, seguridad y comodidad al mismo tiempo.